martes, 25 de enero de 2022

Los pecados de la monja Sara Montiel


Mi libro Petróleo, monjas y poetas (Sevilla, Renacimiento-Publicaciones de la Universidad de Alicante 2021) incluye un extenso capítulo dedicado a las películas españolas protagonizadas por inverosímiles monjas. Dentro de este apartado Sara Montiel ocupa el puesto más destacado por cuestiones obvias. Su presencia en las pantallas como sensual monja es un desafío para el sentido común que nos remite al cinismo de esta filmografía del período franquista, aparentemente interesada en promover vocaciones y en realidad pendiente de la taquilla. El resumen de los argumentos es un motivo para la sonrisa de quienes aceptan que todo es posible en el cine español de la época y, a menudo, sospechamos que ni los propios responsables de las películas se creían aquello que trasladaban al público como folletines tremendistas siempre atentos a resaltar los naturales atractivos de la protagonista, que se había metido a monja sin renunciar a lo que justifica su fama. Las imágenes del póster de la película son bastante significativas en este sentido. La publicidad dirige la mirada del potencial espectador.


jueves, 20 de enero de 2022

Raphael también fue sacerdote

 


Las modas son fluctuantes y ahora mismo parece que el veterano Raphael ha recuperado protagonismo gracias a su meritoria continuidad en los escenarios y algunas iniciativas televisivas. No obstante, nada volverá a ser como en los años sesenta, cuando el cantante andaluz arrasó en distintos países con un éxito verdaderamente espectacular que pronto tuvo su traslación a las pantallas cinematográficas.

En mi libro Petróleo, monjas y poetas (Sevilla, Ed. Renacimiento-Universidad de Alicante, 2021) me ocupo de una de las más singulares películas de esta filmografía: El ángel. El curioso argumento concebido para su lucimiento le lleva desde las calles de París, donde ejerce como delincuente con aires de James Bond -véase la portada del disco arriba reproducida-, hasta un seminario español, en cuyas aulas el cantante hace unos fulgurantes estudios entre canción y canción para ser ordenado sacerdote consiguiendo así el arrepentimiento de sus antiguos compinches.

El relato del argumento provoca una inevitable sonrisa, pero también nos remite a la mentalidad imperante en la España de los sesenta, cuando más seminaristas hubo y el cine español se prestó a fomentar vocaciones mediante comedias protagonizadas por famosos (toreros, cantantes, vedettes...). En cualquier caso, puestos a sonreír siempre nos quedaremos con la interpretación de La bamba por un montón de seminaristas encabezados por Raphael. La escena merece ser recordada mediante su consulta en You Tube. 


domingo, 2 de enero de 2022

Monseñor Fidel García Martínez, ni leproso ni rijoso


Las erratas en los libros pueden ser evitadas si los originales son revisados con atención. Lo hago en numerosas ocasiones antes de publicar un ensayo y cuento, además, en esta labor con la colaboración de los compañeros del Servicio de Publicaciones de la Universidad de Alicante. Sin embargo, a veces las constato cuando ya no tienen remedio porque el libro está publicado. 
Petróleo, monjas y poetas cuenta con un capítulo dedicado a la persecución que sufrió monseñor Fidel García Martínez por no compartir el entusiasmo de la Cruzada durante el franquismo. Al objeto de apartarle y neutralizarle, se urdió contra él una fantasiosa fábula que le presentaba como un obispo rijoso capaz de compartir cama con unas jóvenes prostitutas en un burdel barcelonés. Gracias a las investigaciones de una colega y las mías, esta leyenda queda desmontada y podemos asegurar que monseñor no fue un obispo rijoso. Tampoco «leproso» como por errata, tal vez fruto de una interferencia cuyo origen está en Gabriel Miró, figura en el índice del citado libro.
Pido disculpas al lector y a la memoria de monseñor Fidel García Martínez, que bastante sufrió en vida por culpa de quienes exigían una adhesión inquebrantable.