jueves, 29 de mayo de 2025

Los sumarios de Aurelio Capelo y Téllez de Meneses


 

El diario salmantino El Adelanto, en una nota de sociedad publicada el 18 de mayo de 1902, anuncia que el joven doctor en Ciencias Físico-Químicas Aurelio Capelo y Téllez de Meneses ha contraído matrimonio con la bella señorita María Luisa de la Riva Garzón. La pareja debió llevar una vida tranquila, pues la consulta en la hemeroteca solo indica que el doctor natural de Onil (Alicante) en 1928 era corresponsal en Madrid de El Pueblo Gallego. Alguna otra actividad tendría en la prensa, pero sin destacar como periodista, pues su trayectoria profesional le llevó a ocupar varios cargos en los ministerios de Obras Públicas y Comunicaciones. Allí permaneció fiel a los republicanos, incluso durante la guerra. Al finalizar la misma fue detenido en Madrid el 1 de junio de 1939 por haber ocupado un cargo administrativo desde enero a marzo de 1935. La retroactividad del sistema represivo de la Victoria carecía de límites y abarcó a los avejentados funcionarios que, puestos a ocupar un puesto en el escalafón, nunca fueron motivo de una noticia publicable.

El 28 de junio de 1939, el auditor Ángel Manzaneque dicta la orden de instruir el sumario 28269 al Juzgado Militar Permanente n.º 4. Al constatar la condición de Aurelio Capelo como jefe de negociado de Obras Públicas, la instrucción finalmente correspondió al Juzgado Especial de Funcionarios. El citado sumario depositado en el AGHD está incompleto, pues del mismo han desaparecido las declaraciones, los avales, los informes…, de tal manera que solo conocemos el desenlace de un proceso carente de documentación.

El 14 de diciembre de 1939, el juez instructor redacta el auto resumen, que suponemos deudor de algunas actuaciones judiciales realizadas mientras el encausado permanecía en la cárcel con riesgo para su salud. El texto indica que Aurelio Capelo, de sesenta y cuatro años, casado, funcionario y periodista era «persona de confianza de los dirigentes rebeldes» y «ostentó cargo de alguna importancia al servicio de los mismos», hasta tal punto que «ya por el año mil novecientos treinta y cuatro fue enlace de comunistas y socialistas». El misterio rodea a esa supuesta condición de «enlace» entre los dos grupos políticos.

El fiscal Ramón del Orbe, tras leer el citado auto resumen, el 22 de diciembre de 1939 pide doce años de prisión para el funcionario, al que considera afiliado al PSOE y la UGT sin aportar pruebas. Tampoco están en las fichas de la Fundación Pablo Iglesias, donde ni siquiera figura Aurelio Capelo. Asimismo, el fiscal le acusa de ser «hombre de confianza de Portela Valladares», jefe de negociado en Obras Públicas «durante la dominación roja» y jefe del Registro General del Ministerio de Comunicaciones y Transporte. Dada su condición de alto funcionario, el también periodista siguió los pasos del «ambulante gobierno rojo» trasladándose a Valencia y Barcelona hasta finalizar la guerra. A causa de su edad, tan alejada de los impulsos revolucionarios, y el escaso relieve político de los cargos, Aurelio Capelo volvió a Madrid, aunque el republicano y masón dejara de formalizar la declaración jurada como funcionario «a efectos de la depuración». El olvidado protagonista de la historia se jugó la jubilación, pero antes conoció la experiencia de afrontar un consejo de guerra como paso previo para el procesamiento por parte del TERMC el 15 de septiembre de 1942, según consta en su ficha del CDMH.

El 28 de diciembre de 1939 tiene lugar la vista previa del sumario 28269. El defensor solicita la absolución y el mismo día el tribunal presidido por el comandante Blázquez Jiménez señala que Aurelio Capelo, a pesar de sus «antecedentes izquierdistas», «no parece de lo actuado que haya intervenido en hechos delictivos». Por lo tanto, lo absuelve porque «solo pueden ser castigados los hechos que la ley define como delitos o faltas».

La obviedad de lo escrito en la sentencia no era tal en aquellos tiempos de la Victoria, donde tantos hechos acabaron siendo delitos o faltas gracias a la lógica del vencedor. En cualquier caso, y para que el funcionario no saliera de rositas tras ocho meses en la cárcel de Comendadores, el tribunal «propone a la superioridad la adopción de una medida gubernativa en relación con la avanzada edad del procesado». Esta magnanimidad en atención a los años propios de la jubilación se tradujo en un procesamiento por parte del TERMC. El periodista Aurelio Capelo no pudo jubilarse con un mínimo de tranquilidad porque antaño aceptó ser jefe de negociado y miembro de la logia madrileña Life. El citado tribunal le condenó el 16 de septiembre de 1942 a un año de prisión conmutable por seis meses. La sentencia quedó en el aire porque para entonces el funcionario republicano y masón había fallecido. Su expediente siguió por los cauces de la burocracia represiva hasta el 8 de febrero de 1945.

 

martes, 27 de mayo de 2025

El sumario de Corinto y Oro


 

El abulense Maximiliano Clavo de Santos (1879-1955), conocido en el mundo de los toros como Corinto y Oro porque obvió el atractivo de sus propios apellidos, ha pasado a los anales de lo menudo como crítico taurino, periodista, comediógrafo y charlista capaz de entretener al personal con el relato de las corridas más célebres (Heraldo de Madrid, 22-I-1936). La imagen pública de quien editara diversos tomos de temática taurina y en compañía de Francisco Serrano Anguita estrenara obras como La alegría de los otros, Corte y cortijo y Los sucesos de Madrid parece alejada de la órbita marxista, máxime después de verle en las redacciones de El Alcázar y Pueblo durante los años cuarenta, cuando utilizaba el seudónimo Un abonado de ayer para terminar de difuminar su pasado.

Sin embargo, Maximiliano Clavo de Santos desde 1932 fue miembro de la Agrupación Profesional de Periodistas, que terminaría adscrita a la UGT, y permaneció en Madrid durante toda la guerra. Su nombre aparece fichado como uno de los redactores del «ABC rojo» (Heraldo de Zamora y El Adelantado de Segovia, 7-VII-1937) y su destino en la capital de la Victoria debía pasar por un sumarísimo de urgencia, aunque fuera en compañía de Amparo, una portera acusada ante las autoridades militares como deslenguada y chivata.

El republicanismo de Maximiliano Clavo de Santos debió ser tibio, pero participó en cuestaciones a favor de las tropas leales (Hoja Oficial del Lunes, 14 y 27-IX-1936). Tras haber colaborado durante su época de gloria en periódicos como El Sol, La Voz y El Globo, el natural de Arévalo entró en la redacción del incautado ABC para ganarse la vida y no pasar demasiadas penurias cuando iba camino de los sesenta años. Incluso publicó con su nombre algunos artículos en Blanco y Negro tras su reaparición en abril de 1938. Ninguna de estas actividades periodísticas o de solidaridad republicana le pasó factura porque su caso, milagrosamente, quedó al margen de la instrucción en el Juzgado Militar de Prensa.

El problema de Maximiliano es que, estando domiciliado en Serrano, 57 como hombre de posibles, cometió el error de asistir a las tertulias que se celebraban en la portería de Serrano, 88, donde Amparo Ramos Sanz y su esposo Patricio Zamora Mateos, ambos porteros con ascendiente en el gremio, al parecer se dedicaban a la denuncia de personas de «probada solvencia moral». Terminada la guerra y restablecida la moralidad, vino la correspondiente denuncia de los denunciados. Así, el crítico taurino fue uno de los procesados de la posguerra (AGHD, 5456) antes de terminar ante el TERMC, donde desconocemos la suerte de los porteros incluidos en el referido sumario.

El 20 de abril de 1939, el auditor Ángel Manzaneque manda instruir el sumario 5456 al Juzgado Militar Permanente n.º 2. Los procesados son porteros, chóferes y sirvientes denunciados por sus señores en la comisaría de Buenavista. A esta lista de doce encausados se suma el periodista por haber asistido a la citada tertulia presidida por doña Amparo, portera de Montesquinza, 6 y mujer de carácter a tenor de sus declaraciones.

El 6 de abril, en la citada comisaría madrileña, Corinto y Oro presta declaración por primera vez. El charlista taurino reconoce haber estado afiliado a Unión Republicana desde 1937 como forma de asegurarse el trabajo en el periódico incautado. También admite haber colaborado en la redacción de ABC como redactor de noticias políticas recabadas en distintos centros oficiales y en el cuartel general de José Miaja, con quien presumía de haber comido en numerosas ocasiones. Ambas circunstancias habrían sido motivo de procesamiento como auxilio a la rebelión en el Juzgado Militar de Prensa, pero Corinto y Oro tuvo la suerte de caer en otro preocupado por las actividades de los porteros, los chóferes y los sirvientes en contra de sus señores. El cronista taurino, tal vez consciente de este empeño, se limitó a negar su participación en las denuncias de personas de derechas y no tuvo inconveniente en reconocer su trabajo en el ABC incautado. Detenido y a los cincuenta y nueve años, pasó a disposición de la autoridad militar, que por entonces buscaba unos alojamientos de consecuencias terroríficas para los encausados de edad avanzada. También para los jóvenes, claro está.

El 17 de abril de 1939 tiene lugar la primera declaración de Corinto y Oro ante el juez instructor. Tras nombrar diversos avalistas, el periodista manifiesta «que no ha hecho información política de ninguna clase». El dato es falso, pero el encausado ya debía estar avisado a diferencia de lo sucedido once días antes. Según su nueva versión, se limitó a recabar noticias en los centros oficiales y, en relación con su afiliación política, señala que solo pretendía no ser molestado «y, además, [lo hizo] porque le obligaron en el periódico». También explica que durante «la dominación roja» y «debido a haber vivido bien», fue acusado de derechista, «habiendo vivido en continua zozobra por su amistad con personas de orden». Estas circunstancias nunca fueron eximentes en el Juzgado Militar de Prensa, pero en el Permanente n.º 2 debió haber instructores más comprensivos con las personas capaces de vivir bien, por sus ingresos económicos, y nadie mandó que un secretario judicial recabara en la hemeroteca las pruebas del auxilio a la rebelión militar.

La declaración del funcionario Manuel M.ª Ruiz Zarco Faro pudo complicar la vida a Corinto y Oro. El 12 de julio de 1939, le incluye entre las personas que participaban en la tertulia de Serrano, 88, la investigada en el sumario. Tampoco le favoreció el informe elaborado por el Servicio de Investigación el 6 de julio de 1939, donde aparece como persona «de ideas izquierdistas» por su relación con IR y UGT. Los investigadores debían pensar que escribir comedias, publicar reseñas taurinas y evocar corridas célebres como charlista no era un trabajo, al menos serio: «Antes del Alzamiento Nacional no trabajaba». Sin embargo, se incorporó al ABC incautado como redactor en el Ayuntamiento de Madrid (Abastecimientos) y en la DGS. Recabado el testimonio anónimo de alguien que le conocería, el informe finaliza indicando que el periodista «se mostraba muy partidario del triunfo de la República».

Los escasos datos recabados durante la instrucción le condujeron a un consejo de guerra en el que Ramón del Orbe, el fiscal, pidió doce años de reclusión mayor. El 4 de diciembre de 1939 el tribunal devolvió el sumario al instructor para que recabara nuevas pruebas. Ninguna de las mismas afectó a Corinto y Oro y, aunque el 8 de marzo de 1940 la fiscalía vuelve a pedir los doce años, el tribunal que le juzgó bajo la presidencia del teniente coronel Pardo Velarde dictó su absolución. La sentencia no considera que haya intervenido en actos delictivos y, si trabajó en ABC, «lo fue solamente para recibir notas en la Delegación de Abastos del Ayuntamiento y otros centros oficiales, que transmitió a dicho periódico sin ningún comentario político ni personal». El 6 de abril de 1940 le comunicaron la absolución, un año después de su detención. El sexagenario salió libre, aunque lo suficientemente espantado como para dejar de ser Corinto y Oro. A partir de entonces, puestos a sobrevivir, había que buscar un nuevo seudónimo taurino.

Una misma actividad podía ser o no motivo de auxilio a la rebelión militar según el juzgado en que cayera el sumario. En el Permanente n.º 2 nadie recaló en la faceta periodística de Maximiliano Clavo de Santos y, lejos de dictar providencias para probarla, hasta le creyeron cuando el encausado alegó ser una especie de recadero. Estas coartadas nunca fueron admitidas en el Juzgado Militar de Prensa, donde cualquier colaboración con las cabeceras republicanas, por muy elemental que hubiera sido, era motivo de un procesamiento por auxilio a la rebelión militar. Corinto y Oro, persona «de orden» que había vivido bien por su desahogada posición económica, tuvo la suerte de no caer en las manos de Manuel Martínez Gargallo, pero pasó un año en la cárcel y terminó procesado por el TERMC porque nadie, absolutamente nadie, de quienes trabajaron en la prensa republicana se libraba de pasar las de Caín en la Victoria. Maximiliano pudo haber dado una charla sobre el tema, pero falleció en 1955 manteniendo un estricto silencio sobre este episodio desconocido hasta el presente.

domingo, 25 de mayo de 2025

El bombardeo del Mercado Central de Alicante, la ciudad como Lugar de Memoria y la solidaridad de la familia de Miguel Hernández


 

El aniversario de un bombardeo con centenares de civiles fallecidos siempre es un motivo de recuerdos, reflexión y lucha para evitar que estas barbaridades vuelvan a repetirse en lugares como Gaza, cuyo genocidio retransmitido supone un fracaso colectivo de quienes defendemos los derechos humanos más elementales.

El 25 de mayo de 1938, mi madre estuvo presente en el Mercado Central de Alicante y vivió en primera persona aquel tremendo episodio de la barbarie. La niña de doce años salvó su vida en circunstancias trágicas, pero la impresión que le produjo la experiencia perduró hasta el año pasado, cuando falleció a los 98 años sin haber perdido la memoria.

Antoñita carecía de conocimientos históricos para contextualizar lo vivido, pero era una buena y sencilla mujer que nunca entendió el sentido de aquella barbarie. Su empeño, cuando llegó la democracia y pudo contar su experiencia sin temor a las represalias, era que las nuevas generaciones supieran lo sucedido y trataran de impedir la repetición. Su testimonio, grabado por su nietos Lola y Carlos, ha quedado en You Tube y fue difundido en varios programas de televisión:




El componente personal o familiar también determina el trabajo del historiador. Heredero de ese y otros tantos testimonios de quienes padecieron la violencia durante la guerra, aparte de mis tareas en la UA colaboró con la comisión cívica que en Alicante procura mantener la memoria democrática. Mis compañeros ayer vieron publicado en el BOE, del 24 de mayo de 2025, la Resolución de 20 de mayo de 2025, de la Secretaría de Estado de Memoria Democrática, por la que se publica el Acuerdo de incoación del procedimiento de declaración de Lugar de Memoria Democrática de la «Ciudad de Alicante».

La declaración publicada para iniciar el proceso se fundamenta en tres motivos: el citado bombardeo del Mercado Central, la desesperada salida al exilio de quienes permanecían en el puerto de la ciudad en marzo de 1939 y la tumba de Miguel Hernández como uno de los ejemplos más notables de tantas víctimas del franquismo. La incoación del procedimiento supone, entre otras tareas, la elaboración de un informe académico que asumirán la Universidad de Alicante y la Miguel Hernández de Elche.

Gracias a nuestra tarea como historiadores, el informe podrá ser abordado con las suficientes garantías y, en fechas próximas, Alicante constará oficialmente como lugar de la memoria con todo lo que esta iniciativa supone para garantizar la permanencia y difusión de la misma.

Mientras tanto, los familiares de las víctimas que nunca han perdido la memoria de lo sucedido me siguen mandando pruebas de su solidaridad ante la sentencia del juzgado gaditano, donde dichas víctimas ni siquiera figuran como tales. Las anteriores, verdaderamente emocionantes por su generosidad, no las he hecho públicas porque eran comunicaciones personales, pero esta semana la familia de Miguel Hernández, a través de Joan Pamies y Lourdes Cayuelas como portavoces, ha decido hacer pública su postura ante una condena que considera «increíble» en la España democrática de 2025.

https://www.informacion.es/opinion/2025/05/22/fiscalia-provincial-cadiz-defiende-profesor-117689256.html

Al margen de mi valoración, que haré pública con el consiguiente recurso, solo me cabe agradecer esta y otras manifestaciones de solidaridad de quienes nunca han olvidado a las víctimas de las instrucciones del Juzgado Militar de Prensa. La Fiscalía Provincial de Cádiz tampoco las ha olvidado y ha presentado el consiguiente recurso.

viernes, 23 de mayo de 2025

El sumario del periodista Antonio Nicas Amato


 

Antonio Nicas Amato (¿?-1983) fue un redactor de La Libertad y la Agencia Fabra. Su actividad periodística durante la guerra no destacó, pero al final de la misma fue detenido y el Juzgado Militar de Prensa, obviando la orden dictada por el auditor de Guerra, instruyó su caso como un «individuo de filiación netamente marxista».

El 26 de febrero de 1940, el tribunal presidido por el teniente coronel Pardo Velarde inventa entre los hechos probados que el citado periodista había estado afiliado al PCE y lo condena a treinta años de reclusión mayor.

El análisis del sumario 36965, depositado en el AGHD, es la base documental para la elaboración del capítulo dedicado al periodista Antonio Nicas Amato, que aparecerá en La colmena, el tercer volumen de la trilogía sobre los consejos de guerra de periodistas y escritores durante el período 1939-1945.

El borrador del capítulo, sujeto a posibles modificaciones por la información que me pudieran facilitar otros historiadores, ya puede ser consultado en el Repositorio de la Universidad de Alicante:

http://hdl.handle.net/10045/154018

jueves, 22 de mayo de 2025

Otra presentación de Perder la guerra y la historia


El historiador debe salir de las aulas universitarias para divulgar sus trabajos y prestar su colaboración en cualquier iniciativa ciudadana que favorezca el conocimiento de la historia. Siete entidades alicantinas se han coordinado para sacar adelante un programa de conferencias en distintas localidades y ayer tuve el placer de presentar mis dos últimos libros en Sant Vicent del Raspeig junto con un grupo de buenos amigos y atentos lectores.



La charla vino precedida de una entrevista radiofónica que se puede escuchar en el siguiente enlace de Radio San Vicente:


El día fue perfecto porque esa misma mañana recibí la mejor noticia que podía recibir.

martes, 20 de mayo de 2025

La continuidad de un largo camino


 

La vida académica a veces se entrelaza con la familiar y da grandes alegrías. Mi hijo, a sus veintiocho años, ha sido investido doctor en Informática por la Universidad de Alicante y he tenido el orgullo de asistir al acto como padrino a la par que como padre cuarenta años después de mi investidura.

El tiempo de la retirada está aquí y solo cabe aceptarlo dando el relevo a quienes nos sucederán en la tarea académica. Si la salud me acompaña, me quedan tres cursos para completar la dedicación a la enseñanza desde un lejano 1982, cuando recién vuelto del Servicio Militar Obligatorio entré en la Universidad de Alicante como becario de investigación.

Desde entonces he recorrido un largo camino hasta terminar como catedrático con los suficientes méritos para jubilarme siendo emérito. El único orgullo por esta trayectoria es la posibilidad de agradecer a mi padre su voluntad de que fuera profesor. Pepe terminó los estudios de Magisterio en plena Guerra Civil, todavía le dio tiempo a ser movilizado y, al volver derrotado, supo que lo estudiado no valía en la España de Franco.

Mi padre se buscó la vida en otro trabajo, pero siempre nos transmitió un amor a la cultura y un respeto a la sabiduría. Gracias a esa enseñanza y con no pocas dificultades en el caso de mis mayores, los tres hermanos hemos sido docentes y ahora, cuando una nueva generación toma el relevo, esa voluntad de enseñar y compartir permanece entre nosotros.




Antonio es el quinto doctor de una familia corta con seis docentes que mantiene la memoria del abuelo compartida con las de quienes se han ido sumando al núcleo familiar. Solo me queda recordarle de dónde proviene para que reconozca un camino largo que debe continuar gracias a su tarea. Un camino de respeto a la cultura, la libertad y la tolerancia donde la docencia es una vía hacia el conocimiento que debe ser compartido con la mayor generosidad.




El camino lo acaba de emprender como profesor Ayudante Doctor desde el curso 2025-2026, pero con la tranquilidad de que su memoria está repleta de referentes capaces de demostrar que la voluntad de un dictador puede ser quebrada por el empeño de una familia dispuesta a hacer realidad lo negado a quien volvió derrotado del frente. Nuestro deseo es que los sueños nunca más sean derrotados.

sábado, 17 de mayo de 2025

«El caso Carratalá» em You Tube


 

La divulgación de los trabajos académicos a través de los medios de comunicación ha variado notablemente en apenas unos diez o quince años. Las sorpresas se suceden en este sentido. Tanto es así que a los veteranos nos cuesta adaptarnos a las nuevas pautas de la divulgación y todavía confiamos, tal vez excesivamente, en las vías utilizadas décadas atrás.

Los artículos o las reseñas en prensa, sobre todo en las cabeceras de ámbito nacional, colmaban nuestras expectativas, aunque no cuenten en los índices de citas que obsesionan hasta la infantilización a tantos colegas universitarios. Esos suplementos dedicados a los libros todavía gozan del prestigio, que en nuestro ámbito nunca es una cuestión secundaria, pero actualmente hay medios mucho más eficaces para divulgar nuestras aportaciones.

Un ejemplo lo encontramos en You Tube, donde una sola persona y con unos medios al alcance de cualquiera puede montar un canal que llegue a miles de destinatarios. A menudo, los criterios de calidad y rigor distan de ser los recomendables, pero también hay bastantes iniciativas que merecen ser consultadas no tanto por su carácter especializado, algo casi imposible, como por su capacidad divulgativa.

Ayer, buscando el vídeo de una conferencia impartida hace unas semanas, me topé con este vídeo de David Cot que desconocía, a pesar de llevar un mes colgado y hablar del «caso Carratalá». Según You Tube, ha sido visto por más de dieciséis mil personas a lo largo de estas semanas. Yo, a través de este blog, nunca habría llegado a tanta gente con una entrada. Ni siquiera a la décima parte.

Apenas puedo añadir algo significativo a las solidarias, certeras y oportunas palabras de David Cot, que espero no sean la causa de una futura demanda en un juzgado gaditano. No me sorprendería a la vista de lo sucedido hasta el presente. A la espera de que la titular del Juzgado n.º 5 de Cádiz responda a nuestra petición de aclaración de sentencia para elevar el correspondiente recurso, que se añadirá al ya presentado por la Fiscalía Provincial, solo cabe agradecer al joven divulgador su solidaridad y ponerme a su disposición para futuras grabaciones sobre temas históricos relacionados con la etapa republicana y franquista facilitándole toda la información que pudiera precisar.




viernes, 16 de mayo de 2025

El sumario de Eduardo Bort-Vela


La colmena, el tercer volumen de la trilogía dedicada a los consejos de guerra de periodistas y escritores, ya está redactado a la espera de su publicación en 2026. Ahora solo falta completar algunas consultas documentales y dedicar varias semanas a repasar los diferentes capítulos con el objetivo de preparar el original para remitirlo a la editorial en julio. 
Mientras tanto, estoy colgando en el Repositorio de la Universidad de Alicante los borradores de sus capítulos. Uno de ellos está dedicado al capitán Eduardo Bort-Vela. El oficial apenas tuvo presencia en la prensa republicana, pero tras su traslado a Madrid procedente de Barcelona, por razones nunca aclaradas, acompañó a uno de los cronistas de guerra más destacados, su hermano José Bort-Vela, que acabó exiliado.
La trayectoria de Eduardo Bort-Vela es compleja y, con la precaución de lo provisional, se puede definir como la de un traidor a la causa republicana por diferentes razones puestas de relieve durante su proceso. El silencio al respecto de su hermano en las memorias que publicó es significativo, pero el análisis del sumario 62343 del Archivo General e Histórico de Defensa apenas deja lugar a las dudas. 
No obstante, las conclusiones son provisionales y cuelgo el borrador del capítulo a la búsqueda de posibles colaboraciones de otros colegas o interesados en estos temas que me puedan aportar alguna información o testimonios acerca de unos hermanos unidos durante la guerra y dramáticamente separados a partir de 1939:



domingo, 11 de mayo de 2025

El sumario de Martín Marco, poeta ultraísta

 


Fotograma de La colmena (1982), de Mario Camus, donde vemos a José Sacristán interpretando el papel del poeta ultraísta Martín Marco


El tercer volumen de la trilogía dedicada a los consejos de guerra de periodistas y escritores ya cuenta con un título propio: La colmena, basándome en el homónimo título de la célebre novela de Camilo J. Cela, que tantos problemas afrontó para salir publicada durante el franquismo.

Mi compañero Ángel Luis Prieto de Paula, al presentar el segundo volumen en el acto celebrado en la Universidad de Alicante, ignoraba esta circunstancia y comentó que algunos capítulos de Perder la guerra y la historia le recordaban el ambiente reflejado en la novela de Camilo J. Cela. Me alegra esta coincidencia, pues yo también tengo esa misma impresión, que se ha incrementado al redactar el tercer volumen. De ahí la elección del título y que el primer capítulo sea protagonizado por Martin Marco, un personaje de la ficción que guarda numerosos paralelismos con los periodistas y escritores procesados durante la posguerra.

El sumario de Martín Marco, como es lógico, no existe, pero de las vicisitudes del personaje podemos deducir la verosimilitud de verlo en un consejo de guerra, del que saldría con una pena menor a la espera de volver a ser procesado por lo establecido en la Ley de Responsabilidades Políticas. La novela termina con la publicación de un edicto en la prensa para localizarlo. La censura no permitió otros detalles, pero de acuerdo con diferentes colegas cabe deducir que el poeta y escritor estaba a punto de verse de nuevo frente a los militares.

Este primer capítulo, junto con la introducción de tercer volumen, ya está redactado a la espera de una última revisión, que siempre hago en colaboración con otros compañeros y diferentes lectores. Mientras tanto, el texto ya es accesible a través del Repositorio de la Universidad de Alicante y queda a la espera de alguna indicación que me permita corregir, ampliar o completar la información contenida en este capítulo:

http://hdl.handle.net/10045/153866


viernes, 9 de mayo de 2025

Los entremeses de Miguel de Cervantes. H.ª del teatro del Siglo de Oro (10)


 Escena de Los entremeses bajo la dirección de José Luis Gómez

Una vez conocidas en clase las nociones básicas acerca del género del entremés y algunas de las peculiaridades de los cultivados, que no representados en su época, por Miguel de Cervantes, lo fundamental es disfrutar con estas obritas siempre ejemplares y, por lo tanto, destinadas al conocimiento y la reflexión del público sin menoscabo de su objetivo cómico.

La última práctica del curso la vamos a realizar mediante la visualización en la Teatroteca del Ministerio de Cultura de la puesta en escena de los entremeses cervantinos dirigida en 2015 por José Luis Gómez para el Teatro de la Abadía. No obstante, hay en You Tube otras puestas en escena igualmente interesantes. Para la teoría acerca de estas obras de teatro breve debemos consultar la excelente presentación escrita por Alonso Zamora Vicente y accesible en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes:


Asimismo, en esta ocasión también tenemos la ocasión de asistir a una excelente conferencia de Javier Huerta, el más destacado especialista en los géneros breves del Siglo de Oro, que cuenta con el complemento de la representación de algunas escenas bien seleccionadas por la compañía de Ernesto Arias para conocer lo fundamental de los entremeses cervantinos.

La conferencia se titula «Cervantes o el arte nuevo de hacer entremeses» y se encuentra en You Tube en el canal de la Fundación Juan March:


Aparte de ver en la Teatroteca la puesta en escena dirigida por José Luis Gómez, a modo de brillante ejemplo de cómo los entremeses cervantinos han llegado hasta nuestros tiempos también podemos ver la versión actualizada de El retablo de las maravillas dirigida por Albert Boadella al frente de Els Joglars-

Por último, y para conocer mejor la polémica relación de Miguel de Cervantes con el teatro de su época, vamos a consultar una nueva conferencia del profesor Javier Huerta:




miércoles, 7 de mayo de 2025

José Manuel Valdeón Garrido, poeta fusilado


 

La localización del sumario 6829 del novelista Ángel María de Lera en el Juzgado Togado Militar de Zaragoza me ha permitido conocer también los casos de Natividad Adalia Cardillo, José Manuel Valdeón Garrido y Rafael González Sánchez, todos ellos militantes del Partido Sindicalista y condenados a muerte por la sentencia dictada el 1 de mayo de 1939.

El caso del joven cubano José Manuel Valdeón Garrido, fusilado en Madrid el 14 de julio de 1939, me ha conmocionado, pues al condenado a muerte solo se le atribuye la citada militancia y la publicación de unos poemas en El Sindicalista. Bastó con semejantes «delitos» para fusilarle cuando apenas había cumplido los veintiún años dejando una viuda y una hija.

La barbaridad que supone el final de este desconocido poeta merece una investigación para reconstruir el caso con el máximo detalle posible, pero las huellas documentales dejadas por el cubano son mínimas y resulta difícil completarla.

Si algún lector de este blog tuviera noticias o pistas para completar la información acerca de José Manuel Valdeón Garrido, le agradecería que se pusiera en contacto conmigo en el email ja.rios@ua.es.

En cualquier caso, lo documentado hasta ahora ya es motivo suficiente para conmovernos ante la barbarie cometida con quien vio truncada su vida apenas cumplidos los veinte años.

martes, 6 de mayo de 2025

Perder la guerra y la historia en la UA


La presentación de un libro culmina muchos meses de trabajo solitario y, por esa misma razón, la compañía de los amigos y colegas siempre es un motivo de especial agradecimiento. Ayer, en la sede de la Universidad de Alicante en la propia capital, gracias a Ángel Luis Prieto de Paula como presentador y Jorge Olcina en su calidad de organizador tuve la oportunidad de dar a conocer el segundo volumen de la trilogía, al tiempo de anunciar el tercero, La colmena, que ya está redactado a la espera de los últimos retoques antes de entregarlo a la editorial.


Las especiales circunstancias de estas últimas semanas han motivado una ola de apoyos que agradezco y que se tradujo en una asistencia poco habitual para la presentación de un libro universitario escrito por un profesor de la propia universidad. Otros amigos no pudieron asistir por diversas circunstancias y, para ellos y cualquier otro interesado en el tema, he solicitado que la grabación del acto pueda ser consultada libremente. 
Mientras tanto y gracias a María Martín, responsable de la Unidad de Comunicación de la Universidad de Alicante, y Nieves Ruiz contamos con estas fotografías de un momento feliz que me anima a continuar en la labor de investigación frente a las adversas circunstancias que sufro desde hace seis años. Los intentos de censura en una democracia están abocados al fracaso si el destinatario de los mismos cuenta con los debidos apoyos, opta por mantenerse firme y, en este caso, hace su propio trabajo como catedrático.


Aquí tenéis la grabación de la presentación con las intervenciones de Ángel Luis Prieto de Paula y la mía, donde subrayaría el recuerdo a los familiares de las víctimas, que tanto me han ayudado con gestos capaces de que el historiador se sienta recompensado en su trabajo: