miércoles, 27 de diciembre de 2017

Entrevista en Viaje al centro de la noche (RNE)

Amaya Prieto, la responsable de Viaje al centro de la noche, me invitó a hablar de la felicidad durante la cultura del franquismo (minuto 30 en adelante). Me divierte haber entrado en antena a los sones de la banda sonora de Sor Citroën, aunque sea para recordar que la España de los sesenta no fue una comedia protagonizada por Gracita Morales.

http://www.rtve.es/alacarta/audios/viaje-al-centro-de-la-noche/viaje-centro-noche-viajamos-porque-vida-tombola-2-24-12-17/4389820/


domingo, 3 de diciembre de 2017

Una nueva reseña de Suelas gastadas




José Ramón Giner, amigo y periodista, ha publicado una reseña de Suelas gastadas en el suplemento Artes y Letras del diario Información (30-XI-2017). Reproduzco a continuación el texto:



Miradas
PERIODISTAS DE AYER

José Ramón Giner


Yo llegué a conocer el periodismo de calle, un género que ya muy pocos deben practicar en la actualidad. Al contrario de lo que sucede hoy, la noticia no llegaba entonces hasta la mesa de las redacciones, y eran los propios periodistas quienes debían procurársela. Provisto de su cuaderno y su bolígrafo, el reportero salía cada mañana a la calle para no regresar a la redacción hasta media tarde, con las notas garabateadas de su trabajo. Como sucedía con el jazz de la época, el periodismo de aquellos años tenía mucho de improvisación. Las redacciones todavía conservaban un punto de bohemia que el avance imparable de la tecnología barrería unas décadas más tarde. Aquellos hombres habían hecho suya la respuesta de Chesterton —"señora, yo no sé nada: soy periodista"— y la exhibían con orgullo.
El profesor Juan Antonio Ríos acaba de publicar un libro, Suelas gastadas (*), en el que evoca a algunos de aquellos reporteros. No estamos —no se asuste el lector— ante uno de esos textos académicos que rehúyen deliberadamente la amenidad para fingirse serios. Hace tiempo que el profesor Ríos decidió abordar la escritura desde un plano más libre, más personal, sin perder ningún rigor por ello. Los suyos son trabajos de investigación, sí, pero lejos de ese supuesto carácter científico que han abrazado los estudios de humanidades y que tanto nos hace reír a algunos. ¿Hay algo más ridículo que un humanista tratando de imitar la objetividad de las ciencias?
No todos los protagonistas de Suelas gastadas son reporteros, en el sentido habitual de la palabra. Entre sus personajes hay periodistas en estado puro —Ignacio Carral, Luis Carandell, Xavier Vinader, Luisa Carnes—, pero también escritores como Francisco Candel o Vizcaíno Casas; incluso un verso suelto como Luis Cantero, a caballo entre el periodismo y la picaresca, que haría su carrera en las revistas del Grupo Zeta. Pese a las diferencias que existen entre ellos, todos presentan un punto común: son gente que para escribir pisa la calle, es decir, periodistas que hablan de lo que ven, de lo que conocen y no de lo que alguien les ha contado o de las notas que facilitan los gabinetes de prensa.
El libro del profesor Ríos no es sólo una evocación del trabajo de aquellos hombres que pisaron la calle para escribir sus crónicas. Es, también, una crítica al periodismo tal y como se practica hoy. Una crítica a la que no le faltan razones si pensamos que los últimos informes del Instituto Reuters muestran que algo más de la mitad de los lectores de prensa españoles no cree en la independencia de los medios de comunicación. Culpar en exclusiva de la situación a los periodistas y las empresas tal vez no sea del todo justo. A fin de cuentas, la prensa de una época es el reflejo de su sociedad. En cualquier caso, tiene razón Ríos cuando escribe que a los protagonistas de su libro "un periodismo a base de declaraciones de los mismos de siempre, gabinetes de prensa como inevitables filtros, tuits o píldoras de un pensamiento corto y reacciones compulsivas, nunca les hubiera fascinado."

(*) Suelas gastadas. Periodistas y escritores en tiempos de cambio (II República y Transición). Juan Antonio Ríos. Renacimiento - Publicaciones de la Universidad de Alicante.