jueves, 30 de junio de 2022

Una investigación fundamental: Castigar a los rojos


Hace poco más de un año, Francisco Espinosa sabía de mis trabajos sobre los consejos de guerra de Miguel Hernández y me facilitó generosamente un documento inédito firmado por el fiscal Acedo Colunga. Su lectura me estremeció y, al mismo tiempo, me permitió comprender el sustento teórico de aquello que estaba analizando. Ahora ese documento se publica en un ensayo donde el citado Francisco Espinosa explica su hallazgo en un archivo militar, mi colega Guillermo Portilla analiza las repercusiones jurídicas de esta «guía de inquisidores» y Ángel Viñas nos presenta un retrato de su autor, que hasta el presente era un desconocido -salvo en Barcelona- a pesar de su relevante papel como teórico de la represión franquista durante la posguerra.
Las razones del citado anonimato son múltiples, pero hay una que considero fundamental: los artífices de esos consejos de guerra y otros procedimientos judiciales, al cabo de los años, callaron en público u ocultaron todo lo relacionado con su participación en unos sumarios cuya actual validez jurídica es un déficit de nuestra democracia. Esperemos que la anunciada e inminente aprobación de la Ley de Memoria Democrática suponga el final de esta anomalía y, al mismo tiempo, aporte un reconocimiento legal a la labor de tantos historiadores que desde los años noventa han analizado esta vertiente de la represión ejercida por quienes ganaron la guerra y nunca buscaron la reconciliación nacional.

José Serrano Batanero en el sumario 111.641 (AGHD)


 http://hdl.handle.net/10045/124740


En el enlace arriba indicado he colgado el borrador del capítulo dedicado al abogado José Serrano Batanero que aparecerá en mi libro Sin olvido. Al igual que en otras ocasiones anteriores, el objetivo es que dicho borrador pueda ser consultado por otros especialistas y personas interesadas en general por este ilustre republicano para completar la información y corregir posibles errores.

En este caso, la presencia de José Serrano Batanero se da en un sumario menor cuya instrucción tuvo lugar cuando el abogado, que hizo sus pinitos en la prensa local de Guadalajara durante su primera etapa, ya había sido fusilado. Su resumen es un nuevo ejemplo de los límites a los que llegó la represión durante la posguerra.

martes, 21 de junio de 2022

Anales de Literatura Española renueva el sello de calidad del FECYT


La tarea de dirigir una revista académica como Anales de Literatura Española supone muchas horas de un trabajo a menudo poco reconocido. Sin embargo, de vez en cuando llegan las buenas noticias. Ayer se me comunicó que la revista, que ya va por su número 37, ha renovado el sello de calidad otorgado por el FECYT el año pasado. A finales de año sacaremos el próximo monográfico, que ya estoy preparando en colaboración con mis compañeras Helena Establier Pérez y Laura Palomo Alepuz.

Nota añadida:
El 29 de junio de 2023, el FECYT nos comunica que renueva por un nuevo año el sello de calidad para Anales de Literatura Española.

martes, 14 de junio de 2022

La redención de penas mediante la poesía


La referencia al consejo de guerra seguido contra Germán Bleiberg, véase la entrada en el blog de hoy mismo, la he localizado tras leer el volumen Musa redimida. Poesías de los presos en la nueva España (Madrid, Redención, 1940), una de las más destacadas muestras de la propaganda realizada a través del ejemplo de reclusos arrepentidos o cuando menos dispuestos a colaborar con el régimen, según mi colega Domingo Rodríguez Tejeiro.
El grado de sinceridad de ese supuesto arrepentimiento o de la voluntad de colaborar con el franquismo es difícil de establecer en este caso. A cambio de participar en el volumen o en la revista Redención, los poetas con pasado republicano podían obtener una serie de ventajas y hacer méritos para salir antes de las cárceles de la posguerra. No cabe una reprobación de este probable colaboracionismo más o menos forzado, que no fue aceptado por otros presos republicanos como Miguel Hernández.
La lista de los colaboradores en el volumen llega hasta cuarenta poetas repartidos en diferentes cárceles e incluye algunos nombres relativamente conocidos como los de Valentín de Pedro, José María Tavera Baz, Fernando Dicenta, Jesús Cancio Corona, Eusterio Buey Alario, Rafael González Castell y el citado Germán Bleiberg, que publicó dos sonetos en las páginas 69-70 de Musa redimida.
La calidad de los poemas apenas cuenta en un volumen de estas características, donde el espíritu propagandista se evidencia en el tono entusiasta del prólogo escrito por José María Sánchez de Muniain, un católico que parecía vivir por entonces en el mejor de los mundos posibles: «Es el verano de 1940. La fecha puede resonar con majestad en los años venideros. España está en ocasión propincua de volver a ser instrumento de la Providencia: evangelizadora, redentora de pueblos, pimpollo de la cristiandad. Somos envidia de las gentes y nos guía la espada más limpia de los siglos modernos. Esto no es fanfarronada, sino verdad certísima».
El problema de estas verdades acerca de los pimpollos de la cristiandad es que no admitían discusión o controversia; y menos a cargo de unos presos que solo pretendían aliviar su situación mediante unos poemas de circunstancias que han quedado en un lógico olvido.

El procesamiento del poeta y filólogo Germán Bleiberg


El poeta y filólogo Germán Bleiberg (1915-1990) no solo conoció a Miguel Hernández en los ambientes literarios de antes de la Guerra Civil, sino que colaboró con él en la redacción de una obra teatral, La huida, que recibió un accésit del Premio Nacional de Literatura en la categoría de Teatro. Ambos poetas fueron procesados tras finalizar la contienda por su activa militancia republicana y coincidieron en la cárcel madrileña de Torrijos durante cinco meses. Germán Bleiberg saldría en libertad en 1943 y acabaría en Estados Unidos como profesor universitario y editor hasta su jubilación.
El reconocido antólogo y editor, cuya obra tanto es de agradecer para quienes nos dedicamos al estudio de la literatura española, fue procesado junto a su hermano Alberto en el sumario 12266, que se encuentra depositado en el Archivo General e Histórico de Defensa. Germán fue condenado a doce años y su hermano resultó finalmente absuelto. Acabo de solicitar la correspondiente copia para analizar el citado consejo de guerra. Habrá que esperar meses antes de recibirla, pero terminaremos aclarando lo sucedido en un ensayo, Las armas contra las letras, dedicado a los escritores, periodistas y dibujantes que fueron procesados por sus ideas durante la posguerra.
Véase la entrada del 1 de julio de 2023.

Quinquis, maderos y picoletos en los escenarios


Gracias a mi amigo José Vicente Peiró, he sabido del estreno en Valencia de «Quinqui. Todo es robado», una creación del colectivo Isquión. Tal y como se indica en la noticia anexa, la obra parte de diversas experiencias personales de los intérpretes y de consultas bibliográficas, entre las cuales se encuentra mi ensayo editado en Renacimiento y que actualmente está agotado a la espera de una reedición.

La noticia:

El procesamiento en 1947 de Juan Bellod Salmerón, avalista de Miguel Hernández

 


En la página 199 de mi libro Los consejos de guerra de Miguel Hernández (Madrid, Ministerio de Defensa-Universidad de Alicante, 2022) aporté la referencia a un consejo de guerra cuyo encausado fue el abogado falangista Juan Bellod Salmerón (1912-1970), amigo y avalista de Miguel Hernández durante su proceso. El sumario 592, caja 15819/3, se encuentra depositado en el Archivo General e Histórico de Defensa. Ante la posibilidad de que el consejo de guerra celebrado en Alicante tuviera relación con algún tipo de disidencia del citado abogado en la España de 1947, solicité una copia del sumario, que me ha llegado al cabo de casi un año.

Los motivos del consejo de guerra instruido contra Juan Bellod Salmerón no guardan relación alguna con esa hipotética disidencia. Al contrario, nos remiten a un episodio menor que tuvo lugar en un bar de Torrevieja durante las vacaciones de 1947. No cabe, por lo tanto, su consulta y análisis para desentrañar los motivos de la postura del abogado en relación con su amigo poeta.

Sin embargo, más allá de la aclaración para despejar hipótesis erróneas, conviene conocer este episodio menor con el objetivo de entender el clima político de la España de 1947, donde la toma de algunas copas podía derivar en la instrucción de un consejo de guerra, que en esta ocasión no tuvo consecuencias penales gracias a la trayectoria de quien presentaba una «intachable conducta político-social».

A Juan Bellod Salmerón le honra haber intentado ayudar a su amigo poeta y, al cabo de unos pocos años, apenas cinco, pasó unos días en las dependencias del Reformatorio de Adultos de Alicante, donde falleció Miguel Hernández. La hipótesis carece de cualquier apoyo documental, pero estoy seguro de que durante esos días de agosto de 1947 uno de los responsables del Gallo Crisis tendría ocasión de recordar al amigo fallecido y de comprobar el absurdo de un régimen donde una excusada ofensa podía ser motivo de un consejo de guerra.

El enlace al breve artículo donde explico lo sucedido lo podéis encontrar aquí:

http://hdl.handle.net/10045/124277

domingo, 12 de junio de 2022

Ofendidos y censores ya va camino de las librerías


     La revisión de las pruebas de imprenta es una tarea tan necesaria como oscura y poco reconocida. Afortunadamente, siempre cuento con la ayuda de dos excelentes profesionales, Xavi y Vicente, del Servicio de Publicaciones de la Universidad de Alicante, pero cuando el texto llega a sus manos ya lo he revisado en innumerables ocasiones, procurando una mayor precisión y corrección. Los errores pueden persistir, y más en un ensayo donde hay centenares de referencias a las fuentes periodísticas, pero queda la tranquilidad de haber cuidado la edición para que sean los menos posibles.
    Ofendidos y censores. La lucha por la libertad de expresión (1975-1984) estará en las librerías a lo largo del próximo otoño, gracias a la coedición de la editorial Renacimiento y Publicaciones de la Universidad de Alicante. Todavía queda trabajo por delante para dar a conocer algunos episodios ahora casi olvidados, que fueron el sustento de una lucha donde muchos protagonistas sufrieron el acoso de los ofendidos con voluntad de censores.