UN
FRANQUISMO CON FRANQUISTAS
José Ramón Giner
(Diario Información, 25-IV-2019)
Juan Antonio Ríos es uno de nuestros investigadores más
singulares y de los más agradables de leer. No conozco a muchos profesores
universitarios capaces de convertir su trabajo en una forma amable y rigurosa
de divulgación. Al contrario de lo que sucede en los países anglosajones, la
divulgación no está bien vista entre nosotros: se piensa que rebaja al que
escribe. Es un viejo vicio de clase –de clase universitaria- que solo
recientemente ha comenzado a cambiar. En este panorama, el profesor Ríos ha
sido una excepción adelantada a su tiempo.
Durante los últimos años, Juan Antonio Ríos ha publicado
una serie de libros que nos permiten entender la dictadura del general Franco
de una manera diferente a la que muestran la mayoría de los textos de historia.
Hacía falta atrevimiento para acometer un trabajo como este. Usted puede ser feliz. La felicidad en
tiempos del franquismo (2013), Nos
vemos en Chicote. Imágenes del cinismo y el silencio en la cultura franquista (2015),
Contemos cómo pasó. Imágenes y
reflexiones de una cotidianidad, 1958-1975 (2016), a los que se añade ahora
Un franquismo con franquistas, forman
un conjunto en el que –por decirlo de una manera gráfica- el franquismo se
presenta en ropa de andar por casa.
Durante la Transición triunfó la idea de que el
franquismo fue poco más que la obra del general Franco y de unos cuantos
personajes que gravitaron a su alrededor. De pronto, descubrimos asombrados que
el país se había quedado sin franquistas. Cuarenta años de dictadura apenas
daban, por lo visto, para algunas decenas de nombres. Los libros del profesor
Ríos desmontan esta quimera para mostrar otra realidad: el franquismo gozó
siempre de un considerable apoyo oficial. «El invento de una dictadura sin
franquistas funcionó desde los últimos años del régimen, cuando su previsible
final abocaba a la búsqueda de una coartada que todavía circula con plena
garantía», escribe en Un franquismo con
franquistas.
Para mostrarnos esa España de franquistas, Juan Antonio
Ríos no recurre a los personajes principales de la historia que ya todos
conocemos; con buen criterio, prefiere a los secundarios que ofrecen una mayor
amenidad. En algunos casos, se trata de franquistas convencidos, de corazón; en
otros, sin embargo, el protagonista no pasa de practicar un franquismo de
ocasión, dispuesto a vestir la camisa que haga falta con tal de ganarse la
vida. A lo largo del libro desfilarán el censor Ortiz Muñoz, el estrenista José
Vicente Puente, Vizcaíno Casas, el autor de folletines radiofónicos Guillermo
Sautier Casaseca, o, entre otros, ese «golfo distinguido» que fue Jaime de Mora
y Aragón.