Mi libro Petróleo, monjas y poetas (Sevilla, Renacimiento-Publicaciones de la Universidad de Alicante 2021) incluye un extenso capítulo dedicado a las películas españolas protagonizadas por inverosímiles monjas. Dentro de este apartado Sara Montiel ocupa el puesto más destacado por cuestiones obvias. Su presencia en las pantallas como sensual monja es un desafío para el sentido común que nos remite al cinismo de esta filmografía del período franquista, aparentemente interesada en promover vocaciones y en realidad pendiente de la taquilla. El resumen de los argumentos es un motivo para la sonrisa de quienes aceptan que todo es posible en el cine español de la época y, a menudo, sospechamos que ni los propios responsables de las películas se creían aquello que trasladaban al público como folletines tremendistas siempre atentos a resaltar los naturales atractivos de la protagonista, que se había metido a monja sin renunciar a lo que justifica su fama. Las imágenes del póster de la película son bastante significativas en este sentido. La publicidad dirige la mirada del potencial espectador.
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