La perspectiva de una
victoria aliada en la II Guerra Mundial alentó movimientos políticos en el
interior de España y el exilio republicano. Todos los protagonistas, desde la
oposición clandestina hasta la cúpula militar, querían posicionarse ante un desenlace
bélico capaz de alterar la estabilidad de la dictadura. Unos ilusionados y
otros temerosos, desde finales de 1944 movieron fichas para buscar una salida
favorable a sus intereses.
En este contexto, la
Alianza Nacional de Fuerzas Democráticas (ANFD) quedó constituida en octubre de
1944. Los republicanos, socialistas y libertarios del interior aunaron fuerzas para
entablar contactos con los monárquicos y algunos representantes de la cúpula
militar. El objetivo era aprovechar la presión de los aliados para restablecer
la democracia, aunque por el camino debieran renunciar al régimen republicano y
aislar a los comunistas de la Unión Nacional Española, que optaba por la vía
armada con el apoyo -nunca concretado- de los vencedores de la II Guerra
Mundial[1].
Los movimientos
clandestinos de la ANFD pronto quedaron abortados por la policía franquista. A
finales de 1944 se sucedieron las detenciones en Madrid, que no afectaron a los
monárquicos y militares implicados en la trama. La plataforma unitaria quedó
desarticulada. Fruto de esta acción policial fue la instrucción del sumario
129173 del AGHD, que correspondió a un juzgado especial donde el general Pedro
Díez de Rivera ejerció de titular.
La lista de los
procesados es extensa e incluye a dos republicanos cuyos sumarios han sido
objeto de estudio en la trilogía dedicada a los consejos de guerra de
periodistas y escritores: Antonio Otero Seco, que a sus treinta y nueve años
aparece como empleado domiciliado en la calle Cáceres, y Natividad Adalia
Cardillo, periodista vinculado al Partido Sindicalista que por entonces contaba
con cuarenta y un años (véanse las correspondientes fichas en
consejosdeguerra.es).
Ambos habían sido
condenados por adhesión a la rebelión militar, así como José Carreño España, un
destacado militante de Izquierda Republicana que, entre otros cargos, durante
la guerra ocupó el de responsable de Prensa y Propaganda de la Junta Delegada
de Defensa (véase la entrada del 21-XI-2024 en este blog). El veterano
republicano, por sus antecedentes y una más decisiva participación en la ANFD,
corrió la peor suerte en el sumario 129173.
El 24 de marzo de 1945
tiene lugar la declaración de Natividad Adalia Cardillo. A preguntas del
instructor acerca de su relación con la ANFD, el sindicalista amigo de Ángel
M.ª de Lera niega cualquier vínculo con la plataforma unitaria, aunque reconoce
haber mantenido reuniones con José Carreño España en noviembre de 1944. Los instructores
nunca probaron el citado vínculo y el director de El Sindicalista pronto
sería excarcelado. Lo significativo de la declaración, que corrobora la
voluntad del periodista de contactar con los franquistas a finales de la
guerra, es la postura ante el desenlace de la II Guerra Mundial. Natividad
Adalia Cardillo aboga por una transición presidida por Juan de Borbón en el
caso de que Alemania sucumbiera. Quien terminara en la CNT, junto con otros
«anarcomonárquicos» (Ángel Herrerín López), también era partidario de colaborar
con representantes del Glorioso Movimiento Nacional para buscar una salida
democrática que en algunas declaraciones del sumario se vislumbra con la
participación del general Franco.
El 28 de marzo de 1945,
tiene lugar la declaración de Antonio Otero Seco, que por entonces se
encontraba en libertad después de haber sido condenado a treinta años que
fueron conmutados por cuatro según el sumario. Los instructores solo le
preguntan por su relación con José Carreño España. El escritor reconoce haber
mantenido reuniones con el dirigente de Izquierda Republicana, aunque para
abordar cuestiones ajenas a la ANFD. La falta de pruebas en este sentido
posibilitó una pronta excarcelación.
El 30 de marzo de 1945,
los instructores celebran un careo entre Antonio Otero Seco y José Carreño
España. Este último asume su responsabilidad en las tareas de la ANFD y niega
la participación del extremeño en la redacción del manifiesto de la alianza,
que actualmente se puede consultar en la Biblioteca Virtual Miguel de
Cervantes.
Antonio Otero Seco sale
de la cárcel el 3 de abril de 1945, aunque con la obligación de presentarse en
el juzgado especial del general Pedro Díez de Rivera. La excarcelación
definitiva le llegaría el 23 de mayo por orden del auditor general, que
extendió la medida a Natividad Adalia Cardillo. Ambos quedaron excluidos de una
instrucción iniciada el 28 de febrero y finalizada el 15 de enero de 1946. El
instructor concluye que los procesados, con la previa exclusión de los
monárquicos y militares, pretendían «un cambio de régimen». El mismo, «según se
desprende de las diferentes publicaciones [intervenidas], querían [que] fuese
pacífico y, a ser posible, de acuerdo con SE el Jefe del Estado para evitar el
caos comunista».
El consejo de guerra
presidido por el teniente coronel José González Esteban tuvo lugar el 9 de
enero de 1947. José Carreño España, condenado a treinta años, ahora -por
pretender «un cambio de régimen»- solo recibió una nueva condena a otros
cuatro. La inversión en una violencia extrema durante la Victoria ya estaba
consolidada y tampoco era preciso excederse en las nuevas condenas.
Antonio Otero Seco partió
poco después a un exilio en Francia donde ejerció como profesor. Natividad
Adalia Cardillo prosiguió en España vinculado con el movimiento libertario,
siempre buscando la manera de pactar con el sindicato vertical del régimen.
Queda la incógnita de Enrique Meneses Puertas, que durante la instrucción del
sumario 129173 aparece como periodista y fue finalmente absuelto en la sentencia
del 9 de enero de 1947. El dato nos obliga a buscar el posible sumario, que no
se encuentra en el AGHD, y documentar su supuesta tarea como periodista
represaliado.
[1] Véanse Enrique Marco Nadal, Todos
contra Franco: la Alianza Nacional de Fuerzas Democráticas, 1944-1947, Madrid,
Queimada, 1982; Hartmut Heine, La oposición política al franquismo, Barcelona,
Crítica, 1983 y Ángel Herrerín López, «Los anarcomonárquicos. La opción
monárquica en la CNT», Historia y Política, n.º 11 (2004), pp. 199-222.
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