miércoles, 3 de abril de 2024

Los textos antifascistas de Miguel Hernández


A estas alturas, afirmar que Miguel Hernández fue un antifascista supone una obviedad. La bibliografía al respecto es abrumadora. No obstante, todavía cabía mostrar de manera accesible y ordenada los textos de ese antifascismo escritos por el poeta durante la Guerra Civil. La recopilación ha corrido a cargo de la escritora Elena Medel y la edición en una editorial como Seix Barral (Barcelona, noviembre de 2023) garantiza que el volumen llegará a todos los interesados.
La lectura de esta recopilación me ha permitido recordar algunos textos y descubrir otros, casi siempre aparecidos en las publicaciones antifascistas donde Miguel Hernández colaboró hasta que las circunstancias de su salud se lo permitieron. Las casi cuatrocientas páginas no deparan sorpresas de relieve, pero permiten calibrar la intensidad y la calidad de una obra donde vemos al poeta en su faceta  más comprometido con la suerte de la República.
Elena Medel acompaña los textos con las imprescindibles notas para que el lector pueda contextualizarlos y conocer algunos pormenores de los mismos. El empeño le ha llevado a consultar una bibliografía actualizada, entre la que figura mi edición de los consejos de guerra de Miguel Hernández (Madrid, Ministerio de Defensa-Universidad de Alicante, 2022). Si todo trabajo académico espera ser útil para el conocimiento compartido con otros colegas y los lectores, la citada edición ha vuelto a alcanzar su objetivo.
Por otra parte, al leer esta recopilación, es inevitable una reflexión sobre la labor realizada por el juez Manuel Martínez Gargallo y el secretario Antonio Luis Baena Tocón en la instrucción del sumario que desembocó en la condena del poeta. Al margen de que estos procesos hayan quedado anulados por ilegítimos, su trabajo incluyó errores ya puestos de relieve en la edición y, sobre todo, fue tremendamente incompleto. Ambos oficiales apenas aportaron unas muestras aisladas y no siempre significativas de la labor antifascista del poeta. 
Apenas importaba, pues en el «derecho de autor» seguido en estos sumarísimos de urgencia lo primordial no era el hecho probado, sino quién lo había protagonizado. En aquel Juzgado Militar de Prensa, por donde tantos escritores pasaron, ignoraron la realidad de lo realizado por el oriolano como antifascista, pero les bastó saber que fuera un antifascista para instruir un sumario abocado a la posterior condena por parte del tribunal que presidiera el comandante Pablo Alfaro.

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