Foto: Joaquín Dicenta Alonso. Fuente: www.findagrave.com
El sumario 13149 del AGHD ayuda a conocer la historia de la SGAE y del Sindicato de Autores y Compositores durante la Guerra Civil, pero también las acusaciones de algunos asociados contra quienes ocuparon puestos destacados durante el citado período. La inmediata posguerra fue pródiga en este tipo de acusaciones y, el 28 de abril de 1939, el prestigioso libretista Federico Romero Sarachaga remitió a las autoridades militares un duro escrito contra Joaquín Dicenta Alonso, que actuó como consejero-delegado de la SGAE y presidente del citado sindicato desde la asamblea celebrada el 20 de agosto de 1936.
El denunciante se presenta como escritor y miembro de la columna de Orden y Policía de Ocupación, una supuesta unidad de la que no me consta su existencia. La denuncia la formula «en cumplimiento de un deber cívico» y está dirigida contra «Joaquín Dicenta, escritor, autor dramático y empleado municipal de esta Villa».
Federico Romero Sarachaga le acusa de «incautador arbitrario, coaccionador en beneficio del Frente Popular y de su política, masón, responsable, por omisión de gestiones que estaban en su mano, de la muerte alevosa del ilustre autor cómico don Pedro Muñoz Seca y resuelto colaborador de la nefasta política de los gobernantes marxistas durante el período del 18 de julio de 1936 al 28 de marzo de 1939 sin interrupción».
Más adelante añade que, «apenas iniciado el Glorioso Movimiento Nacional, Joaquín Dicenta funda un sindicato marxista, el de Autores y Compositores, que incorpora a la UGT y se erige en Presidente del mismo, apoderándose de la SGAE. Bajo sus órdenes, el sindicato se incauta de los locales, fondos y cuentas corrientes y bienes de todas clases de la misma. Dichos locales están sitos en la plaza de Cánovas, n.º 4, y en la plaza de San Lorenzo, n.º 11. En este último, además de domiciliar el sindicato, se instala como inquilino en compañía de su coima, la artista Blanca Suárez, y la hija de esta».
Las acusaciones se suceden en el resto del escrito y, al final del mismo, el firmante señala a Guillermo Fernández-Shaw, Federico Moreno Torroba, Leandro Navarro y Eduardo M. Portillo como autores que pueden corroborar lo manifestado en su escrito de acusación.
El 22 de mayo de 1939, Pascual Zaldívar Gavilanes y Guillermo Fernández-Shaw corroboraron ante el juez militar los términos de la acusación lanzada por Federico Romero Sarachaga. Apenas dos días después, Joaquín Dicenta Alonso fue detenido en su domicilio e ingresó en la prisión de Yeserías quedando a disposición del Juzgado Militar Permanente n.º 4, de Madrid.
A partir de ese momento se inicia un proceso donde declararon como testigos numerosos y destacados autores o compositores. Al final, los testimonios de la mayoría consiguieron evitar una sentencia que, de haber compartido los términos de la acusación del libretista, probablemente habría sido de treinta años de reclusión o de muerte.
La complejidad del proceso me obliga a efectuar numerosas consultas para redactar el correspondiente capítulo, que aparecerá en el segundo volumen de Las armas contra las letras. Los consejos de guerra de periodistas y escritores, 1939-1945, cuyo primer volumen estará en las librerías a partir del 15 de enero de 2024.
No hay comentarios:
Publicar un comentario