El recurso a la memoria, cuando ya se ha llegado a una edad cercana a la jubilación, conduce a veces al recuerdo de espectáculos actualmente desaparecidos o en franca regresión, pero que en su momento gozaron de una tremenda repercusión y condicionaron nuestras experiencias de la infancia o la adolescencia. El boxeo, la lucha libre y los grotescos espectáculos taurinos protagonizados por discapacitados se sitúan entre los casi inevitables para un chaval de los años sesenta que, ahora, comprueba con asombro que no le afectaran demasiado en su educación como persona respetuosa y nada violenta. La consiguiente reflexión, repleta de anécdotas autobiográficas que invitan a la sonrisa, apareció en un capítulo de Contemos cómo pasó (2016). El texto del mismo en la actualidad también se encuentra disponible en el Repositorio de la Universidad de Alicante:
http://hdl.handle.net/10045/132159
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