lunes, 8 de mayo de 2023

El rostro de una mujer solidaria: Florencia Emilia Marroquín

La investigación histórica permite conocer las trayectorias de personas de todo tipo. Las solidarias existen afortunadamente, pero suelen constituir una minoría, sobre todo en unos tiempos tan vengativos y violentos como los de la posguerra española. 

Florencia Emilia Marroquín ya ha aparecido en otras entradas de este blog por su insólito y hermoso gesto de haber pagado la sepultura de los periodistas socialistas Julián Zugazagoitia y Francisco Cruz Salido en el madrileño cementerio de La Almudena. El dato lo facilité en diciembre de 2021 a la prensa, que se hizo eco de la noticia después de que durante muchos años esas tumbas constituyeran un misterio. Nadie sabía por qué los dos fusilados, camaradas y amigos, pudieron escapar de la fosa común. 

Posteriormente, me puse en contacto con los descendientes de los periodistas que viven en Méjico y completé la investigación con un capítulo incluido en Las armas contra las letras. Los consejos de guerra de periodistas y escritores, cuya publicación está prevista para el próximo otoño una vez superados todos los trámites e informes de una investigación universitaria. 

Solo faltaba conocer el rostro de esta mujer valiente y solidaria. Lo descubrí al consultar su expediente como funcionaria, que me fue facilitado por los responsables del Archivo General de la Administración. Allí, entre otros documentos, encontré esta fotografía de carnet, la única que los investigadores hemos localizado hasta ahora. 

Puesto de nuevo en contacto con los responsables de dicho archivo, y tras la preceptiva tramitación, me autorizaron para reproducir la foto el pasado mes de febrero. Ahora, cuando ya he consultado toda la documentación conservada sobre esta funcionaria que falleció llevándose a la tumba el secreto de su gesto solidario, la publico como gesto de homenaje a una mujer valiente y agradecida que se enfrentó a la política del olvido imperante durante la posguerra. 

El recuerdo de su solidaridad merecía el acompañamiento de un rostro, que podemos conocer gracias a funcionarios como los del AGA y otros archivos, cuya labor es básica para que los historiadores podamos realizar nuestras investigaciones.


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario