domingo, 12 de mayo de 2024

La condena del periodista Antoni Pugés Guitart


 

Fuente: Sumario 19533 del AGHD, de Madrid

Gracias a la consulta del sumario 19533 del Archivo General e Histórico de Defensa, he podido reconstruir el sumarísimo de urgencia seguido en Madrid contra el periodista manresano Antoni Pugés Guitart (1890-1941), que el 31 de noviembre de 1939 fue condenado a treinta años de reclusión mayor. 

El periodista y funcionario del Ministerio de Organización y Acción Sindical, ahora de Trabajo, fue acusado por su compañero Manuel Maranón Grande y el 3 de junio de 1939 resultó detenido en Madrid. La instrucción comenzó en el Juzgado Permanente de Funcionarios, n.º 7, pero el titular del mismo se inhibió en favor de su colega Manuel Martínez Gargallo, del Juzgado Militar de Prensa.

Antoni Pugés Guitart era un hombre católico afiliado a Izquierda Republicana. Hermano de una monja capuchina, padre de un alférez falangista, cuñado de un teniente de la misma orientación política, salvador de un teniente coronel franquista que se presentó voluntariamente en el juzgado para avalarle y un hombre que, en definitiva, contaba con los mejores avales para que su condena resultara mínima tras haber colaborado en Política, el órgano oficial de Izquierda Republicana.

La primera vez que fue sometido a un consejo de guerra, el 12 de agosto de 1939, el tribunal debió tener en cuenta los avales presentados y solo le condenó a quince años de reclusión menor, que prácticamente garantizaba una temprana puesta en libertad condicional. Sin embargo, el auditor rechazó la sentencia y mandó completar la instrucción con nuevas diligencias. Las mismas fueron dictadas por Manuel Martínez Gargallo, pero con resultados nulos, pues el segundo auto resumen no aporta nada nuevo al primero. El desenlace fue en esta ocasión bien distinto. Sin añadir ninguna prueba o testimonio, lo que en agosto de 1939 supuso una condena benévola, pocos meses después acabó en una dura condena que condujo a Antoni Pugés Guitart al penal de Ocaña. De allí le dejaron salir el 23 de octubre de 1941 para que pudiera morir en casa. El fallecimiento tuvo lugar apenas tres semanas después (La Prensa, 15-XI-1941).

La instrucción llevada a cabo en el Juzgado Militar de Prensa ejemplifica, como en otras ocasiones, la absoluta falta de garantías jurídicas de estos sumarísimos de urgencia, así como la aparición de acusaciones falsas o inexactas que carecían de cualquier prueba. La circunstancia se repite en numerosas ocasiones, pero en este caso sorprende todavía más por la relevancia y la significación de las personas que se presentaron voluntariamente para testimoniar a favor del encausado. Pocas veces hemos visto a una monja capuchina explicando el acendrado catolicismo de su hermano, un hijo alférez con varias menciones honoríficas por acciones de guerra defendiendo a su padre o un teniente coronel dispuesto a avalarle porque le salvó la vida durante el período republicano. Todo fue inútil. Estos vencedores, en su fuero interno, pronto comprenderían que su victoria había alumbrado un régimen capaz de condenar con la máxima dureza a quien consideraban una persona íntegra, católica, de moral intachable e incapaz de cometer un acto delictivo. 

El capítulo lo añadiré al original del segundo volumen de Las armas contra las letras, cuya finalización solo está pendiente de la consulta de los sumarios relacionados con el escritor Pedro Luis de Gálvez. Una vez finalizado el correspondiente capítulo, bastante extenso por la complejidad del caso, entregaré el original y, si el proceso sigue favorablemente el curso habitual, el próximo otoño tendremos publicado el volumen.

He copiado la imagen del carnet de Antoni Pugés Guitart como periodista de ABC en 1921 porque no hay ni una sola imagen en internet de este manresano, que ni siquiera aparece con un apartado propio en los estudios realizados sobre la represión de los escritores y periodistas durante la posguerra. Al menos, ya cuenta con una imagen para conocerle y pronto tendrá dedicado un capítulo para explicar su destino trágico en el Juzgado Militar de Prensa y el posterior consejo de guerra.


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