domingo, 29 de diciembre de 2024

Tres nuevos libros a la vista


 El proceso seguido contra Antonio Buero Vallejo aparecerá en el segundo volumen de la trilogía dedicada a los consejos de guerra contra periodistas y escritores.

El final de año es tiempo de balance y, sobre todo, de proyectos relacionados con un inmediato futuro. Gracias a las entradas de este blog, he podido dar cuenta de los objetivos alcanzados a lo largo de 2024, que ha sido productivo. Ahora toca trabajar para que también lo sea el 2025, que comenzará con la publicación de tres volúmenes de los que actualmente estoy corrigiendo las pruebas de imprenta.

El primero es Perder la guerra y la historia (Sevilla, Renacimiento-UA), que será el segundo tomo de la trilogía dedicada a los consejos de guerra de periodistas y escritores durante el período 1939-1945. En esta ocasión me ocuparé de los que tuvieron como protagonistas involuntarios a Leopoldo Bejarano Lozano, Álvaro Retana, Pedro Luis de Gálvez, Artemio Precioso, Santiago de la Cruz, Antonio Buero Vallejo, Joaquín Dicenta Alonso, Rosario del Olmo, Matilde Zapata, Amalia Carvia, Aurora Bertrana, Antonio Agraz, Francisco Escola Besada, Ricardo Flores, Ramiro Gómez Zurro, Antoni Pugués, Antonio Uriel, Vicente Ramón Esteban, Eduardo de Castro, César García Iniesta, Enrique Peinador y otros más.



Las 387 páginas del volumen se sumarán a las 404 del primero a la espera de culminar una trilogía con más de mil páginas dedicadas, fundamentalmente, a lo sucedido en el Juzgado Militar de Prensa y otros de la jurisdicción militar que reprimieron a un colectivo de periodistas, dibujantes, escritores y fotoperiodistas.

Mientras reviso las pruebas del segundo volumen, que saldrá publicado en marzo o abril, ya tengo bastante avanzada la redacción del tercero, donde incluiré el análisis de otros veinticinco consejos de guerra aproximadamente. La culminación de la tarea, con la publicación completa de la trilogía, está prevista para la primavera de 2026, dando paso entonces a una web donde cada una de las víctimas de esta represión tendrá un apartado, así como los más destacados victimarios. La infraestructura y financiación para esta última tarea ya está en marcha y, si nada se tuerce por culpa de la salud, con su aparición habré culminado una tarea de más de diez años dedicada al estudio de la represión padecida por los citados colectivos durante la inmediata posguerra.

Asimismo, en febrero aparecerá en el catálogo de Espasa Calpe un volumen colectivo coordinado por Ana Asión y Sergio Calvo, de la Universidad de Zaragoza, donde he colaborado con un capítulo cuyo objetivo es sintetizar las conclusiones acerca de las víctimas de esa represión. El trabajo me ha permitido trabajar con un grupo de investigadores jóvenes que ya están tomando el relevo de quienes andamos cerca de la jubilación para ahondar en el conocimiento de la España franquista.

En marzo o abril también saldrá un volumen, Ángeles y demonios, que he coordinado junto con María Luz González Peña para la SGAE. Esta entidad ha impulsado una valiente iniciativa para conocer lo sucedido con sus asociados durante la etapa más represiva del franquismo y esperamos haber estado a la altura del reto.

Por otra parte, el cincuentenario del fallecimiento del general Franco va a propiciar una serie de actividades donde participaré y de las que iré dando cuenta en este blog. La primera, ya confirmada, me llevará a la Universidad de Zaragoza para participar en un seminario, pero hay otras que permiten pensar en un año intenso dedicado a la celebración de lo que fue el punto de partida de numerosos cambios.

Mientras tanto, sigo con la dirección de Anales de Literatura Española, que a finales de 2025 publicará un monográfico dedicado al exilio republicano bajo la coordinación de un grupo de investigación radicado en la Universidad Autónoma de Barcelona. Y, además, en junio presentaremos una nueva tesis doctoral, esta vez dedicada a la obra de Concha Alós, como preámbulo de otras investigaciones posdoctorales bajo mi dirección cuyos planes de trabajo ya han sido aprobados.

En definitiva, muchas horas sentado delante del ordenador o en mi despacho para sacar adelante todas las tareas, entre las cuales también hay tres artículos actualmente en prensa que saldrán en revistas españolas y norteamericanas. A estas alturas, ya me gustaría andar más relajado, pero convivo con gente joven a la que puedo ayudar y esta circunstancia es un estímulo decisivo para llegar a la jubilación sin cejar en el trabajo.

Una vez jubilado, lo prometo, harto de tanta represión franquista, volveré a los cauces del humor en la ficción, pero esa será otra historia que también irá apareciendo poco a poco en este blog.


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