miércoles, 8 de diciembre de 2021

Nuevas precisiones sobre el misterio de la tumba de Julián Zugazagoitia y Francisco Cruz Salido


Gracias a amigos como Tomás Montero, hoy mismo, tras publicar la anterior entrada, ya tenemos más datos acerca del misterio de la tumba con los restos de los periodistas Julián Zugazagoitia Mendieta y Francisco Cruz Salido. La compra de ambas sepulturas ascendió a 760 pesetas, según los recibos exhumados en un reciente volumen, Morir en Madrid, 1939-1944, publicado por la editorial Antonio Machado en 2020.
Emilia Marroquín de Pedro era en realidad Florencia Emilia, tal y como queda reflejado en un BOE de 1968, cuando la funcionaria ya estaría cerca de la jubilación y pleiteaba para el reconocimiento de todos sus trienios. Vista la prensa anterior a la guerra, Florencia Emilia tenía experiencia en mostrarse reivindicativa, pues también promovió una protesta contra la adjudicación de las plazas en unas oposiciones de mecanógrafas o taquimecas del Ayuntamiento de Madrid (La Nación, 28-II-1931). Aunque no todo sería cuestión de buscar trabajo, pues la muchacha también tuvo tiempo de intervenir como actriz aficionada en alguna representación oportunamente reseñada por la prensa (La Nación, 12-I-1926).
Y, por último, Sabina Marroquina no es un nombre completamente falso o inventado, ya que Florencia Emilia acudió a la Fiesta de la Flor celebrada en mayo de 1921 con su hermana Sabina Marroquín de Pedro. Allí ambas jóvenes compartirían una jornada benéfica con otras señoritas en una especie de fiesta de la Banderita de la época (La Acción, 16-V-1921).
Nada, en definitiva, les hacía esperar las trágicas experiencias vividas durante la guerra y, ni mucho menos, las de una posguerra donde ambas hermanas mostraron una insólita solidaridad con dos periodistas ejecutados.

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