Desde que viera la película que le dedicó Manuel Albadalejo, la figura de Juan Carlos Delgado, El Pera, me interesó porque era la excepción que confirma la regla. Frente a las tempranas y dramáticas muertes de muchos de quienes protagonizaron el fenómeno quinqui, y hasta de quienes lo llevaron a las pantallas cinematográficas con gran éxito popular, la figura de alguien reconvertido con una nueva y legal vida resulta admirable. Esta historia protagonizada por un chaval en su momento conocido como El Pera apareció en Quinquis, maderos y picoletos (2014) y ahora también es accesible gracias al preprint incluido en el catálogo del Repositorio de la Universidad de Alicante:
http://hdl.handle.net/10045/132833
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