LOS
PROBLEMAS JUDICIALES DEL PERIODISTA SALVADOR PRIETO
Rafael Cordero Avilés en ¡Periodistas
a las armas! (Sevilla, Espuela de Plata, 2022, p. 133) traza una breve
biografía del dibujante Salvador Prieto, que colaboró en el Heraldo de
Madrid durante la Guerra Civil hasta que fue movilizado junto con su
quinta. Al finalizar el conflicto, y siempre según la referencia arriba
indicada, fue sometido a un sumarísimo de urgencia y condenado a la pena de
seis años.
Visto el catálogo de
causas judiciales del Archivo General e Histórico de Defensa (Madrid), solicité
la copia del sumario 7980 por la presencia en el mismo de Salvador Prieto o
alguien que se llamaba igual que el dibujante del que desconocía hasta ahora el segundo apellido.
El citado sumario parte
de una denuncia presentada por el anciano médico Dionisio Gómez Herrero, que el
25 de mayo de 1939 compareció en la comisaría del distrito de la Universidad
como propietario del edificio de la calle Alberto Aguilera, n.º 70. Su propiedad
fue incautada por un grupo comunista a principios de la guerra y, al terminar,
la encontró desvalijada. La pretensión de la denuncia es el castigo de los
responsables y, para contribuir a su identificación, aporta al sumario toda la
documentación encontrada en el edificio, desde cartillas de ahorro hasta
fotografías y panfletos.
El comandante Luis Cilla
Martínez se hace cargo de la instrucción de un sumario que cuenta con
veinticinco encausados, entre ellos un tal Salvador Prieto del que no se aporta
información alguna a lo largo de las actuaciones judiciales. El balance de las mismas
fue nulo y el 7 de noviembre de 1942, más de tres años después de la citada
denuncia, el instructor da traslado de la documentación al auditor.
A la vista de la ausencia
de progresos durante la investigación y el escaso relieve de los hechos
denunciados en un contexto como el de la posguerra, el auditor decide archivar
el sumario porque «no se encuentran, al presente, méritos bastantes para tener
por justificada la existencia del delito». El tal Salvador Prieto, al igual que
los otros veinticuatro acusados, queda libre de culpa por lo sucedido en el
edificio de la calle Alberto Aguilera.
El dato contrasta con lo
afirmado por Rafael Cordero Avilés y solo cabe suponer que el dibujante fuera Salvador Prieto Martínez
(sumario 66704) a partir de una referencia encontrada en el ABC del 12 de mayo de 1939. La posibilidad me obliga a una nueva consulta en el madrileño
Archivo General e Histórico de Defensa para aclarar la suerte del colaborador
de El Heraldo de Madrid en los consejos de guerra instruidos contra
periodistas, escritores y dibujantes. La haré en fechas próximas con vistas al
segundo volumen de Las armas contra las letras o su edición ampliada.
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