Uno de los casos más conmovedores de los estudiados en Las armas contra las letras. Los consejos de guerra de periodistas y escritores, 1939-1945 (Sevilla, Renacimiento-Publicaciones de la Universidad de Alicante, en prensa) es el de la periodista sevillana Matilde Zapata Borrego, fusilada el 28 de mayo de 1938 cuando apenas contaba treinta años.
Al redactar el correspondiente capítulo era consciente de que la persecución judicial de la joven comunista no terminó con su fusilamiento. Gracias a los archiveros del Centro de Documentación de la Memoria Histórica, de Salamanca, he conseguido localizar el expediente de su procesamiento por parte del Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo:
Aunque mediara el precedente de un procesamiento de la periodista incoado el 30 de abril de 1942 con sentencia del 6 de octubre de 1945, el 12 de mayo de 1956 el TERMC inició un nuevo proceso por el delito de comunismo sin tener en cuenta la documentación del correspondiente consejo de guerra y solo a partir de una ficha con el siguiente texto: "Al iniciarse el Alzamiento Nacional fue una de las primeras personas que se significaron en favor de la causa marxista, arengando en las calles a los componentes de las Juventudes Socialistas Unificadas y otros partidos de izquierdas y con frecuencia acudía a los frentes para hacer intensa propaganda entre los milicianos, organizando manifestaciones y fiestas de carácter comunista y animaba insistentemente a aquellos para que asesinaran a personas de matiz derechista, expresándose en términos de que no había de quedar ninguna de estas con vida. Por todo lo cual se la considera individua peligrosísima y cabecilla roja. A la liberación de esta provincia fue detenida y condenada por consejo de guerra a la última pena, la que fue cumplida en el mes de junio de 1938".
La reciente publicación de una recopilación de los artículos periodísticos de Matilde Zapata nos ha permitido conocer el pensamiento de quien, en una caricatura malintencionada, aparece como "individua peligrosísima". En mi citado libro desmenuzo algunos rasgos de ese pensamiento, pero en su segunda edición o ampliación analizaré un proceso iniciado en 1956, dieciocho años después de su fusilamiento, y que terminó con una sentencia del 14 de enero de 1957. El tribunal presidido en esa fecha declara cerrado el sumario por el «fallecimiento» de la encartada, que hasta ese momento debía responder al delito de comunismo. Como tal fue tratada en repetidas ocasiones, pero nunca acudió a las dependencias del TERMC. Las hipotéticas indagatorias de los fusilados es un imposible que ha dejado numerosas huellas documentales en los archivos. Tampoco sabemos si Matilde Zapata Borrego pagó las 20.000 pesetas que le correspondieron por sentencia dictada en Burgos el 14 de enero de 1942, de la que finalmente fue indultada por decreto del general Franco el 7 de julio de 1960, cuando llevaba veintidós años enterrada. La Comisión Liquidadora de Responsabilidades Políticas indica que el indulto debía ser comunicado a la interesada para el levantamiento de los embargos y el archivo del expediente.
La complejidad de la documentación requiere un detenido análisis, cuyo resultado lo incorporaré en fechas próximas al catálogo del Repositorio de la Universidad de Alicante.
Por un error mío, los primeros 4 lectores de esta entrada han leído un par de datos incompletos o erróneos, que ya han sido corregidos y que serán convenientemente desarrollados en la anunciada publicación. Ruego disculpas por mi error.
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